5000 fuentes, millones de m3 de agua, sólo para controlar el polvo.

Fuentes antipolvo en el lago Owens, California. Imagen vía  pruned.

Una de las cosas más interesantes (y son muchas ) que puedes leer en el libro de Kazys Varnelis  The Infrastructural City: Networked Ecologies in Los Angeles, es el sistema de control de polvo del lago Owens.

Después de décadas de proyectos de agua monumentales que llevaron el agua del lago para sofocar la sed de la lejana ciudad de Los Angeles, para asegurar el verde de sus céspedes y mantener llenas las piscinas, el lago Owen se convirtió en un desastre ecológico.

“Ráfagas de viento sobrelas veinte millas por hora levantan 50 toneladas por segundo de polvo del lecho seco del lago. A menudo alcanzan los 4 kilómetros de altura,  estas tormentas trasladan el polvo hasta 250 kilómetros desde el lago y ocurren dos docenas de veces al año generalmente en primavera. La composición de las partículas, más pequeñas que 10 micrones (PM10), contiene metales tóxicos como selenio, arsénico y plomo junto con las sales de precipitación. Un verdadero problema para las 40.000 personas que viven en las inmediaciones del lago. “

El polvo supone un peligro sanitario que ha sido ligado a la aparición de problemas de salud en la región incluyendo aumento de las tasas de cáncer, enfermedades respiratorias y problemas de visión.

Tormenta de polvo en el lago Owens, California. Imagen vía  pruned.

Para combatir estas tormentas cancerígenas, Los Angeles construyó sobre el lago una red de irrigación tan monumental como la responsable de la desecación del lago: “300 millas de conducciones (algunas de 1,5m de diámetro), más de 5000 aspersores y cientos de millas de cables de control de fibra óptica.

El proyecto para controlar el polvo del lago Owen tiene la infraestructura equivalente a la red de abastecimiento de agua de una ciudad de 220.000 habitantes. La construcción de las primeras 5 fases ha costado 425 millones de dólares todo ello sin contar el coste del agua ($15 millones/año) o las operaciones de mantenimiento ($10 millones/año).

Los aspersores riegan el lecho creando la ilusión de una masa de agua, un perverso recuerdo de la antigua existencia antiguo lago Owen.

Imagen vía  pruned.

Tenemos el poder de cambiar la naturaleza y, si no nos gusta, de volverla a cambiar. Me pregunto cuales son las consecuencias a largo plazo.

Artículo original en Pruned

Marcar el enlace permanente.

Un comentario

  1. Pingback: meneame.net

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *